No se produjeron manifestaciones semejantes cuando, hace unos días, la organización socialista vasca ETA mató a una persona inocente e indefensa. Se hace patente así el doble rasero de una izquierda que se indigna rabiosamente por unas muertes y somete al ostracismo las muertes que ella misma causa. Es difícil entenderse con una izquierda que no ha renunciado al terrorismo y que considera que tiene derecho a matar indiscriminadamente sin dar explicaciones, sea con aborto, con eutanasia o con terrorismo y, a la par, no aborda las consecuencias y riesgos de la acción subversiva que promueve.
* Juan Antonio Martínez Muñoz es profesor titular de Filosofía del Derecho de la Universidad Complutense de Madrid.
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