El caso del presunto asesino de la mujer argentina que vivía en Majadahonda, desaparecida hace dos semanas, parece cada vez más claro. La Guardia Civil ha confirmado que la sangre encontrada pertenede a la mujer, que supuestamente murió a manos del dueño del chalé donde residía de alquiler, ubicado en el número 6 de la calle de Sacedilla del municipio, y ahora conocida como 'la casa de los horrores'.
Después de un intenso registro en la vivienda, los investigadores siguen analizando los restos encontrados, tento en la bañera como en la trituradora de carne casera. los restos de ADN han sido comparados con los del hermano de la mujer desaparecida. Los agentes sospechan que Bruno Fernández, casero de su supuesta víctima, la mató probablemente el 1 de abril, y que durante los días posteriores se dedicó a descuartizarla en la bañera del inmueble.
Las escasasa muestras con las que los agentes han podido trabajar muestran que el supuesto asesino pudo intentar borrar huellas y restos limpiando con grandes dosis de lejía y pintando la casa. No obstante, los expertos pueden concluir que Adriana, la mujer argentina de 55 años desaparecida, fue descuartizaday así lo demuestran las pruebas de ADN. La hipótesis en la que su casero, de 32 años, pudiera cometer estos actos y posteriormente desacerse del cuerpo en bolsas de basura parece más clara que nunca.
Por tanto, siguen buscando restos en el vertedero de Pinto, en el que no se podrá echar más basura por el momento. El detenido se mantuvo muy frío y sereno durante el registro, sin revelar ningún dato importante a los agentes.
Además, la Guardia Civil ha encontrado el coche de la mujer en Móstoles, cerca de la casa del detenido, que ha estado en tratamiento por problemas psiquiátricos. En la vivienda se ha encontrado el móvil de la mujer. Por el momento tampoco hay novedades sobre la carta que, supuestamente, el detenido habría escrito haciéndose pasar por Adriana, en la que decía que se iba a vivir a Barcelona. pero si se sabe que quisó confundir a familiares y compañeros de Adriana mandándoles mensajes por su móvil.
Aunque la investigación está centrada en este caso concreto, los agentes tienen un listado con los últimos inquilinos del detenido, de los cuales ya han localizado a varios con vida. La tía del detenido y propietaria del chalé de Majadahonda aún se encuentra en paradero desconocido. La prioridad sigue siendo encontrar a Adriana, y después investigar qué pasó con las inquilinas anteriores de los que aún no se conoce nada.
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