A los vecinos no les molesta las inofensivas moscas, sino los inquilinos habituales. Su presencia no es tan incomoda como los constantes robos y el tráfico de droga.
Uno de los vecinos afectados asegura que las penosas
condiciones de higiene «hacen imposible incluso pasear a menos de 10 metros del edificio», aunque
el Ayuntamiento no puede cambiar nada. Desde el Consistorio aseguran que se
trata de una propiedad privada: «se ha instado al dueño para que subsane las
posibles deficiencias».
El problema, según los vecinos, es que el propietario se encuentra en prisión. A pesar de ello, las autoridades no derrumban el antiguo hostal ya que tras un estudio de urbanismo se realizó «un informe en el que se dice que el edificio no invade la vía pública, no hay riesgo para la seguridad ciudadana y no hay riesgo de ruina», según declara el grupo de gobierno local.
Aún así «los vecinos tememos que caiga sobre las cabezas de sus habitantes en cualquier momento», continuó el mismo afectado. Seguramente tapiar todas las entradas sería una solución, al menos no intentar ocultar la lamentable situación a los numerosos transeúntes con carteles publicitarios.
María Cristina, otra vecina de la zona, confirma que ella no encuentra grandes problemas pero «los niños tienen un poco de miedo». No es la única que ve como sus hijos pueden tener un percance con los habitantes del hostal, se escuchan historias de marroquíes montados en bicicletas dedicándose a gastar bromas pesadas a los más jóvenes.
La policía no tiene la competencia para realizar ninguna
gestión, sólo intenta mantener la seguridad dentro de sus posibilidades. Los
vecinos consideran que hace un buen trabajo, «viene la policía y les echa
enseguida pero vuelven», atestiguó la vecina más próxima al inmueble. De todos
modos, la situación de impotencia es palpable y ha provocado una lluvia de
críticas a las autoridades.
«Tanto el alcalde como el Ayuntamiento de Majadahonda presumen de gobernar una de las localidades de mayor calidad de vida de la Comunidad. A 20 metros de mi casa la calidad de vida que hay es similar a la de un suburbio de Bombay», comentó un vecino de El Plantío.
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