
La Guardia Civil quería proceder a la detención simultánea de los dos atracadores. Aprovecharon una cita concertada por la adolescente en un centro de salud de Majadahonda, los agentes roceños acudieron puntualmente. El Equipo de Policía Judicial encontró en los registros la pistola empleada –de calibre 9 mm, corto-, recuperaron los pasamontañas usados y varios de los efectos sustraídos. Actualmente permanecen a disposición de las Autoridades Judiciales competentes.
Están acusados de 5 delitos de robo con violencia e intimidación y otro de tenencia ilícita de armas. Sus dos robos iniciales se produjeron en diciembre en la misma calle de Las Rozas. Su modus operandi era sencillo: el hombre entraba con el arma de fuego apuntando a los trabajadores, mientras la mujer –menor de edad- se apoderaba de la recaudación existente en la caja.
Tras un atraco más en Galapagar, el cuarto fue en la capital madrileña siguiendo el mismo sistema aunque, en esta ocasión, sustrajeron a la dependienta su documentación para demorar la denuncia. En los días posteriores descubrieron quién fue la coautora de los hechos: intentó contratar, vía telefónica, una línea de teléfono a nombre de la farmacéutica asaltada aportando todos los datos personales, pudiendo identificar a la presunta delincuente.
La menor mantenía una relación sentimental con un varón venezolano que coincidía con las señas del atracador aportadas por los testigos. Mientras se recogían pruebas contra ellos, los sospechosos cometieron su quinto y último atraco, esta vez en Pinto, que facilitó las pruebas definitivas para su detención gracias a las grabaciones de las cámaras de seguridad.
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