
El juicio fue en 2001, y concluyó con doce años de prisión. Ignacio Rocha estaba compinchado con Laura Fernández, la ex mujer del conocido abogado. Ésta conoció a Rocha en un concesionario de coches de lujo, donde era vendedor. Pronto cogieron confianza y Fernández le habló de las infidelidades de su marido.
Poco tiempo después, Rocha y el propio Menéndez mantuvieron una discusión acerca del vehículo que el primero trataba de venderle. Fue entonces cuando Ignacio le propuso a Laura asesinar al abogado y ella le prometió a cambio «50 millones, un Cartier y un polvo». Rocha sólo disparó una vez y, aunque él estuvo a punto de morir, no lograron su objetivo.
Ahora, la víctima del machetazo en Las Rozas asegura haber rehecho su vida y las personas de su círculo más cercano aseguran que ha cambiado radicalmente. Los agentes de la Guardia Civil, por otro lado, esperan más datos para ratificar que el ataque fue de unos simples atracadores.
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