
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha confirmado la pena de 27 años, tres meses y un día de prisión a Bruno Hernández Vega, el descuartizador de Majadahonda.
El TSJM confirma en todos los términos la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid, que condenó a Bruno Hernández Vega como autor de las muertes su tia, Liria Hernández, y su inquilina, Adriana Beatriz Gioiosa.
Así, se mantienen las penas por dos delitos de homicidio, uno continuado de estafa y otros de falsedad documental y tenencia ilícita de armas.
La sentencia recurrida considera así que tras matar a su tía Liria en una fecha por determinar, Bruno Hernández constituyó una empresa de construcción y cargó a la cuenta de su familiar, meses después de su fallecimiento, recibos por importe de más de 33.000 euros. También falsificó la firma de su tía fallecida para lograr la cesión de su vivienda en la Sacedilla, lugar dónde fue encontrada la picadora industrial en la que Bruno troceo a las dos víctimas.
En la vista oral, el letrado de Bruno aseguró que su cliente estaba privado de sus capacidades mentales, tanto intelectivas como volitivas. Sin embargo, los psiquiatras establecieron que "puede estar loco por no es tonto", y que el hecho de padecer esquizofrenia no significa que tenga anuladas sus facultades mentales.
Además, el TSJM desestimó el recurso del descuartizador porque en ningún caso se vulneraron durante la investigación los derechos fundamentales.
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