
Vivir en Majadahonda es mucho más que pasar el tiempo en uno de los municipios más amigables de la zona noroeste de la Comunidad de Madrid. Nuestra ciudad no es sólo un espacio urbano que congrega a más de 70.000 habitantes con un aparente nivel de renta medio-alto, que además gozan de una esperanza de vida longeva que supera los 85 años de media por habitante.
Vivir en Majadahonda es conocer, es disfrutar y también sufrir su día a día. Compartir con sus gentes lo bueno y lo no tan bueno de este entrañable y querido pueblo. Vibrar con sus movimientos ciudadanos, con las vecinas y los vecinos que conforman los diferentes grupos de población, identificar sus necesidades y sus problemas para, junto a ellas y ellos, alcanzar soluciones que hagan mejor su vida de cara al presente y también al futuro.
Más allá de las zonas VIP, compuestas por urbanizaciones exclusivas habitadas por personas con alto poder adquisitivo, existe la realidad de un pueblo que respira y siente, que vive y se identifica con su día a día. Una población que lleva demasiado tiempo sufriendo los perniciosos efectos de las políticas conservadoras aplicadas por parte de los sucesivos gobiernos municipales que, bajo el mismo color, se han ido turnando en los sillones consistoriales.
Una ciudadanía que está teniendo que soportar las tristes consecuencias de una gestión de lo público que algunos han interpretado como la mejor oportunidad para favorecer la especulación, la devaluación de lo que es de todos y la privatización de servicios fundamentales para nuestra sociedad como son la Sanidad, la Educación o los Servicios Sociales. Una forma de gobierno que se ha basado en la concatenación de proyectos de construcción de espacios o instalaciones públicas basada en la proliferación de contratas que, lejos de generar empleo y riqueza para todas y todos, sólo lo ha hecho para unos cuantos. Incluso haciendo desaparecer puestos de trabajo o convirtiéndolos en una forma de pago al servicio de diferentes redes clientelares. ¡Todo vale para el negocio! O al menos eso es lo que parecen pensar algunos.
Esa forma de hacer política, de espaldas a la ciudadanía y de frente a los intereses particulares de unos pocos, han llevado a la imputación de dos de nuestros alcaldes, uno de ellos ya cumpliendo condena y el otro en espera de sentencia firme.
Es un hecho comprobado que la trama Gürtel causó verdaderos estragos en las arcas de la comunidad. Toda una orgía de despilfarro y malversación de dineros públicos que ocasionaron una importante deuda, dando lugar a los programas de austeridad que, como siempre, han sido soportados por la ciudadanía más vulnerable. Y el esfuerzo no terminó con la deuda; llevamos más de 20 años soportando sobre nuestras espaldas un ahorro acumulado equivalente al 22% del presupuesto municipal sufragado con nuestros impuestos. ¿Y en qué se concreta todo esto? La respuesta es sencilla: en muy serios perjuicios para las vecinas y los vecinos de Majadahonda.
Las carencias provocadas por la dejadez y el despilfarro del PP han acabado por afectar a todos los aspectos de nuestra vida en comunidad y se han traducido en forma de edificios públicos insuficientes y en mal estado de conservación que a duras penas acogen actividades culturales y de ocio. También en el abandono de los centros educativos públicos y en su falta de mantenimiento, con el evidente propósito de traspasar esa tarea a la iniciativa privada y poder especular con los terrenos. Y aún hay mucho más.
Esas políticas del partido de la corrupción también tienen sus efectos, por ejemplo, en un centro de personas mayores absolutamente insuficiente y que, muy probablemente, no resistiría una inspección rigurosa de las Servicios de Sanidad sin tener que echar el cierre de inmediato. Y eso por no hablar de otras importantes carencias cotidianas que afectan a todos y a todas como el transporte, la escasa difusión de la cultura, la ausencia de espacios de ocio o de espacios públicos para juegos debidamente acondicionados, etc. ¿Y qué decir de la falta de ayudas en becas de verano y campamentos para alumnos que lo necesitan? Resulta escandaloso que esto se reproduzca una y otra vez, año tras año, en uno de los municipios con más alto poder adquisitivo de toda España.
Como escandalosas son las relaciones (o por mejor decir, la ausencia de relación) entre el gobierno municipal y los movimientos ciudadanos. Especialmente con los grupos feministas quienes, a pesar de contar con una fuerte implantación en la localidad y de desarrollar una magnífica labor, no son consideradas como interlocutores válidos por el PP, tal y como se demostró con el veto que sufrieron y que les impidió participar en el Consejo Extraordinario de la Mujer, que se celebró a primeros del mes de noviembre, tras los gravísimos hechos que ocurrieron durante las fiestas locales del pasado mes de septiembre, en los que una joven resultó agredida sexualmente.
En este sentido quiero aprovechar estas líneas para felicitar a estos colectivos por su labor, su tesón y su determinación. A la Coordinadora Feminista de Majadahonda, al Colectivo Muma, a la Asociación de Mujeres de Majadahonda, etc. Y también muy especialmente al grupo de mujeres muy jóvenes que se ocuparon del Punto Violeta en las Fiestas de Majadahonda. ¡Todo nuestro apoyo para ellas!
Todos estos grupos de mujeres han nacido en nuestro pueblo ante la necesidad de crear una sociedad igualitaria donde no quepa la violencia machista de ningún tipo. Podemos Majadahonda comparte la idea de que el Feminismo constituye el eje conductor de la política concebida para mejorar, cada día, la vida de las personas. Por eso integramos en nuestra forma de ser y actuar las demandas feministas, que forman parte de nuestro ADN.
Desde Podemos Majadahonda queremos lanzar un mensaje de esperanza y de futuro para nuestro municipio. Y manifestar que las personas elegidas recientemente para la configuración de la lista electoral con que nuestra formación concurrirá a las próximas elecciones de mayo estamos comprometidas para conseguir que los vecinos y vecinas de Majadahonda sientan nuestra cercanía. Comprometidas en la solución de sus problemas reales. Porque no somos políticos profesionales sino personas normales que quieren mejorar la vida de nuestros vecinos y vecinas.
Somos conscientes de las dificultades que vamos a encontrar para realizar nuestra labor en el Ayuntamiento. Sin embargo, estamos convencidas de que con el esfuerzo de militantes y simpatizantes -y mediante la colaboración con otras fuerzas políticas afines- conseguiremos mejorar la vida de nuestras convecinas y convecinos. ¡SÍ SE PUEDE!
Ramona Mónica Carretero | Enlace de Organización Municipal de Podemos Majadahonda.
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