4 buenas prácticas para un reciclaje eficiente

4 buenas prácticas para un reciclaje eficiente

La necesidad de que las empresas reciclen ya está fuera de toda duda. No solo se trata de los problemas medioambientales, con la contaminación de las aguas y el calentamiento global a la cabeza, sino también de cumplir con las normas nacionales y comunitarias y con las expectativas que los consumidores tienen sobre sus empresas.

Sin embargo, para quienes toman decisiones en las empresas, los costes y la eficiencia económica siguen siendo prioridad. Al fin y al cabo, a muy pocos les tienen en cuenta si sus empresas reciclan o no y a todos les valoran principalmente la cuenta de resultados. Por eso, hoy hablamos de 4 buenas prácticas que conseguirán que el reciclaje sea más eficiente.

1 - Implementa el reciclaje dentro del proceso productivo

Es importante que el hecho de reciclar sea una parte más del proceso productivo. Si se considera la gestión de residuos como una acción a parte, seguramente, no se tenga en cuenta en la definición de los canales que siguen los productos y esto tendrá como consecuencia que los residuos tengan que salir de la línea por un trayecto auxiliar hasta los contenedores, de modo que el espacio y tiempo que compongan dicho trayecto solo podrá ser considerado un coste.

Sin embargo, si se consigue que la gestión de residuos se haga en la misma línea y los contenedores se sitúan cerca de donde se generan los residuos, el tiempo de gestión de los mismos se reducirá sensiblemente.

2 - Prensa los residuos

Según Mil-tek, con una prensa o embaladora de residuos se puede conseguir una reducción de más del 90% de los mismos, dependiendo del material que se esté tratando. Si además es un material reciclable, las balas prensadas son la forma más eficiente para su entrega a una empresa de reciclaje, que incluso puede pagar por su recogida.

Más allá de que generar ingresos con los residuos, el pensado es la mejor manera de hacer su gestión eficiente, pues al reducir su volumen se consiguen espacios más limpios y, sobre todo, un gran ahorro de tiempo invertido en el traslado y vaciado de contenedores.

3 -Explica por qué se debe reciclar

Es fundamental que la plantilla de la empresa entienda por qué la empresa quiere reciclar. En muchas organizaciones, se comete el error de imponer el reciclaje como una nueva organización que viene de la dirección y esto se puede percibir casi como un antojo. Es interesante que todos los trabajadores entiendan no solo la importancia para el medioambiente, sino también la trascendencia del reciclado de cara al marketing de la empresa, su relación con los clientes y la necesidad de evitar sanciones.

4- Establece objetivos que se puedan medir

Por último, igual que regularmente la empresa comprueba mediante indicadores su rendimiento financiero, el de sus campañas de marketing y un sinfín de otras actividades, también se puede y se debe medir la consecución o no de los objetivos de reciclaje.

Seleccionar los indicadores adecuados y monitorizar el rendimiento de la organización ayudará a mantener los procesos que funciona y cambiar los que no. 

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