La Policía Local de Majadahonda ha iniciado una serie de inspecciones en los comercios locales que ofrecen juguetes, con el propósito de asegurar el cumplimiento de la normativa europea que garantiza la seguridad de los niños.
Esta acción se enmarca en una campaña destinada a verificar el cumplimiento de los requisitos administrativos establecidos por la ley, garantizando que los productos puestos a la venta cumplan con las normativas vigentes en materia de consumo.
Las inspecciones están enfocadas en verificar que los juguetes se ajusten a las condiciones de seguridad y etiquetado requeridas por la regulación. Estas condiciones engloban una serie de normativas detalladas que abordan aspectos específicos relacionados con la seguridad de los consumidores al utilizar juguetes, como propiedades físicas, riesgo de inflamabilidad, composición de metales y la presencia de sustancias nitrosables.
En lo que respecta a las propiedades físicas y mecánicas de los juguetes, se verifica el cumplimiento de los requisitos y métodos de prueba, asegurándose de que no tengan bordes afilados, puntas angulares, piezas pequeñas u otros posibles riesgos. También se presta una atención especial a la resistencia de las costuras. En aquellos casos identificados, se han confiscado peluches y juguetes que carecían del sello o etiquetado obligatorio para su venta.
Estas inspecciones serán realizadas en todos los bazares del municipio que comercializan juguetes, y cualquier violación detectada será reportada a las autoridades correspondientes, ya sea al Ayuntamiento de Majadahonda, a la Dirección General de Consumo de la Comunidad de Madrid o al Instituto Nacional del Consumo, según corresponda.
El concejal de Seguridad Ciudadana, Antonio Rodríguez, ha subrayado la importancia de garantizar la seguridad de los juguetes, especialmente durante esta temporada. Rodríguez ha destacado que "en ocasiones, la seguridad de estos productos se ve comprometida debido a la venta de productos falsificados que no han pasado los controles aduaneros y no cumplen con la estricta normativa comunitaria que regula su comercialización. Esta normativa garantiza que los productos vendidos de acuerdo con sus disposiciones son seguros para los niños y no representan ningún peligro para su salud".
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