
La noche del jueves 17, Majadahonda estaba de fiestas, y de conciertos. A las 22.00 horas, en el parque de Colón, actuó el grupo madrileño Burning. Con su música rockera y desenfadada, los majariegos comenzaban a animarse y a entrar en calor.
Pero el plato fuerte de la noche se esperaba a las 23.00 horas en la carpa del recinto ferial. Empezaba el concierto de la Oreja de Van Gogh. Una exhibición de luces, sonido y música en directo que se alargó hasta la 1.00 de la madrugada.
En primera línea del escenario, de izquierda a derecha, se encontraban Xavi San Martín con los teclados, Pablo Benegas acompañado de su guitarra, y Álvaro Fuentes con el bajo. El batería, Haritz Garde se situaba en segunda línea, y Leire Martínez, la voz del grupo, siempre de un lado a otro, bailando, animando al público, interpretando,…

Durante las dos horas de duración, el grupo hizo un repaso a toda su carrera musical. Desde 'París' -canción de su segundo disco, El viaje de Copperpot-, pasando por 'Rosas' -del tercer disco, Lo que te conté mientras te hacías la dormida- y 'Muñeca de trapo' -cuarto disco, Guapa- hasta El último vals, Inmortal, Jueves, Europa VII,… canciones de su último disco, 'A las cinco en el Astoria'.
«Siempre serás bienvenido a este lugar…» -fragmento de su single El último vals-, puede resumir el sentimiento con el que los majariegos recibirán siempre a La Oreja de Van Gogh. Ahora bien, la banda donostiarra se lo ganó. No escatimó en canciones, bailes, sonidos especiales, agradecimientos,… se entregó a su público.

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