
Uno de los nuevos fichajes de la casa espía es Gerardo Prager, de 38 años y divorciado. Licenciado en Empresariales, este majariego ha llevado varios bares de copas, ahora dirige una empresa de manualidades que empezó su abuelo y es apoderado de Pablo Lechuga, un novillero que según Gerardo ha afirmado «llegará lejos».
Se define a sí mismo como un amante de la libertad, mujeriego, aficionado al póker y competitivo: «es lo que busco en Gran Hermano 11. Gano y me llevo la ‘pasta’».
Un nuevo participante y una caja de sorpresas: se confiesa un ‘apasionado de las mujeres’; tanto es así que ha escrito un libro al respecto ‘contando todo lo que nadie cuenta’. Además, llegó a participar como tertuliano en el programa de Salsa Rosa –Telecinco- durante 33 programas.
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