Precaución, se aproxima a un badén

Precaución, se aproxima a un badén
La multiplicación de badenes en Majadahonda y su altura desmedida crispa a los conductores, que no les encuentra ni utilidad ni ventajas.

La función de los badenes no es otra que proporcionar seguridad a conductores y viandantes, y hacer respetar los límites de velocidad dentro de las localidades, garantizar el final de los atropellos y promover una circulación tranquila y responsable.

No obstante, su proliferación desmedida en Majadahonda y sus erróneas características hacen que generen más problemas que soluciones, y que estén en boca de todos sus vecinos. Los conductores se quejan de su altura desmedida, de la falta de señalización de muchos de ellos, de ralentizar injustificadamente el tráfico, de provocar daños en su coche –dirección, amortiguación y chasis- y lesiones en ellos mismos. Los viandantes y vecinos se quejan de la contaminación acústica que provocan por los continuos frenazos y acelerones, y por los pitidos que ocasionan los atascos.

La normativa

La Ley de Tráfico estipula que toda vía debe estar libre de obstáculos para circular, de lo que se extrae que todos los badenes son ilegales. De hecho, el Ayuntamiento debe indemnizar al conductor cuyo vehículo sufra algún daño al pasar por ellos. Así ocurrió en mayo de 2004, cuando un vecino de Majadahonda hizo una reclamación por los daños sufridos en su vehículo. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid dijo entonces que «la responsabilidad de los ayuntamientos en materia de ordenación del tráfico no se puede ejercer de modo que provoque daños en vehículos». Concluye que los badenes alteran la circulación normal, y pueden provocar daños que no ampara ninguna norma.

091030_carretera7.jpgEl presidente de Automovilistas Europeos Asociados –AEA-, Mario Arnaldo, ha confirmado que la mayoría de los badenes de nuestra Comunidad no se adapta a la nueva normativa técnica, que se incluye en el Reglamento General de Circulación. AEA confirma que desde que el Ministerio de Fomento puso en marcha la instalación de reductores de velocidad, 7 de cada 10 de la región incumplen la normativa. Dimensiones desmedidas, uso de colores extravagantes y la falta de señalización vertical y horizontal son algunos de los defectos más comunes que detecta el presidente de la AEA.

Los reductores de velocidad no son sólo badenes, también lo son las bandas transversales, los pasos sobreelevados o las bandas de alerta. Y aunque su normativa tiene características específicas, la general estipula que la altura máxima ha de ser de 10 centímetros, que deben contar con señales verticales y horizontales para limitar la velocidad, con rampas de acceso nunca inferiores al metro de longitud de la plataforma, drenaje, iluminación y conexión con la acera, entre otras.

La opinión de los majariegos

Vecinos de Majadahonda incluyen en los foros opiniones como éstas: «los badenes de Majadahonda son rampas al cielo. Reducen la velocidad, pero a costa de fastidiarle el coche a todo el mundo», «parece que hacemos salto de obstáculos, tuve que cambiar las ruedas de mi coche porque estaban destrozadas por tanto badén», «hay calles que tienen badenes cada 10 metros, y la circulación se hace insoportable», «una ambulancia con heridos tuvo que frenar para no dañarlos más, y pudo perder la vida por una trayecto más largo de los necesario». En definitiva, la utilidad de los badenes está probada: reducen los accidentes en ciudad y hacen un tráfico más sosegado, no obstante, es su nefasta morfología la que ocasiona la mayoría de problemas. Por lo tanto, el reto estará en corregir errores y escuchar a los ciudadanos para que así generen más ventajas que inconvenientes y dejen de ser un polémico tema de conversación de todos los vecinos de Majadahonda.

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